Siamesas unidas por amor a Fidel
“Yo no conocí al Comandante personalmente, pero le debo mucho a esta Revolución. Mi mamá llevaba dentro de su carnet de impedida y de identidad una foto de Fidel. Antes de fallecer –hace ya cinco años- se quitó el oxígeno y dijo: ¡Viva Fidel!”, recuerda Mayelín Téllez Bruzón, siamesa nacida en Las Tunas.
Y no faltaban motivos a la señora Adelina para dedicar su último pensamiento al hombre, artífice del desarrollo de la Salud en Cuba. El 18 de diciembre de 1973, esta mujer dio a luz a unas siamesas, unidas por el abdomen. Días después, fueron intervenidas en el hospital Lenin de Holguín, por un equipo multidisciplinario encabezado por el doctor Rafael Vázquez.
Las niñas se convirtieron en las primeras sobrevivientes a una separación quirúrgica en Latinoamérica. El suceso, uno de los más trascendentes en la historia de la medicina cubana, se hizo realidad gracias al desarrollo de esta ciencia tras el triunfo revolucionario en enero de 1959.
“Nos conmovimos mucho con la muerte de nuestro líder y hablo también en nombre de mi hermana Maylín. Precisamente ayer conversé con el médico que nos operó en el Lenin, al que también le estamos agradecidas.”
A estas féminas se les ve caminar las calles de Las Tunas sanas y felices. Ambas son madres y si algo las une más allá de la sangre, del amor, es sin dudas, la gratitud infinita con Fidel. Ellas también son hijas de esta obra que se llama Revolución.
Publicado el diciembre 1, 2016 en Uncategorized. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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